Museo del Chocolate Barcelona

Sagrada Familia

El museo del Chocolate1​ (en catalán, Museu de la Xocolata) es un museo privado en la ciudad de Barcelona, España. Propiedad del Gremio de Pastelería de Barcelona dedicado en exclusiva al chocolate. El museo abrió sus puertas por primera vez en el año 2000, como una pequeña empresa de los miembros del gremio. Se encuentra ubicado en la Calle Comercio 36, en El Borne, Ciudad Vieja, en al antiguo Convento de Sant Agustí Vell. Ofrece un recorrido por la historia del chocolate, desde sus orígenes como bebida picante de los pueblos mesoamericanos hasta su deleite como bombones franceses.

La historia del chocolate en España es una parte de la historia culinaria española comprendida desde el siglo xvi, cuando los españoles conocieron el cacao (Theobroma cacao) mesoamericano al comenzar la colonización de América,1​ hasta el presente. Cuando Hernán Cortés viajó a México fue acompañado por fray Gerónimo de Aguilar quien envió al abad del monasterio de Piedra el primer cacao junto a la receta para cocinarlo. Tras la Conquista de México, el cacao viaja como mercancía en barco desde un puerto de Nueva España, rumbo a las costas españolas. Este primer viaje a Europa ocurre por primera vez en algún momento indeterminado de la década de 1520. No fue hasta el siglo xvii cuando sale regularmente desde el puerto de Veracruz, abriendo una ruta comercial marítima que abastecería la nueva demanda de España, y posteriormente de Europa.2​

La introducción de este ingrediente en las costumbres culinarias españolas fue ciertamente inmediato, comparado con la de otros ingredientes traídos de América, y su popularidad y aceptación en todos los estamentos de la sociedad española alcanzó niveles muy elevados ya a finales del siglo xvi.3​ Desde sus comienzos, el chocolate fue considerado por los españoles como una bebida y permaneció en ese concepto hasta principios del siglo xx. Desde el primer momento se endulzó con azúcar de caña, y fueron los españoles los primeros en difundirlo en Europa. En la América precolombina el chocolate se condimentaba con chiles y resultaba una mezcla amarga y picante cuyo sabor no agradó inicialmente a los conquistadores españoles, quienes pronto se vieron motivados a endulzarlo con azúcar traído desde la península ibérica, además de prepararlo caliente.4​ Durante cerca de cien años, desde su aparición en los puertos de Andalucía, el chocolate se popularizó como bebida en España. En este periodo el furor por el chocolate hacía que fuese servido en forma de bebida en la Corte, mientras que la fórmula era desconocida en el resto del continente. Posteriormente, el chocolate se difundió desde España al resto de Europa,5​ y los países que primero lo adoptaron fueron Italia, y después Francia.

La gran popularidad de la bebida en la sociedad española hasta el siglo xix se puede ver reflejada en diversas anotaciones de viajeros que visitaron la península ibérica: se llegó a decir que «el chocolate es para el español lo que es el té para el inglés».6​ De esta forma, el chocolate logró convertirse en un símbolo nacional.7​ La afición tan desmedida por esta bebida hizo que el café se incorporara tardíamente a las costumbres culinarias españolas, comparado con la incorporación que tuvo en otros países europeos.8​ En España el chocolate era considerado exclusivamente como una bebida reconfortante y apenas era empleado en otros aspectos culinarios, existiendo raras excepciones de platos clásicos españoles donde el cacao entre como ingrediente. Tras la guerra civil española la costumbre fue decayendo poco a poco a favor del consumo de café.9


Ubicación
Carrer del Comerç, 36.
Horario
De lunes a sábado: de 10:00 a 19:00 horas (durante los meses de verano hasta las 20:00 horas).
Domingos y festivos: de 10:00 a 15:00 horas.
Precio
Adultos: 6 €
Estudiantes y parados: 15% de descuento.
Menores de 7 años: entrada gratuita.
Entrada gratuita con Barcelona Card.
Transporte
Metro: Jaume I, línea 4; Arc de Triomf, línea 1.
Autobús: líneas 39, 40, 42, 45, 51, 120, H16, V15 y V17.